Alejandro Aguilar, invitado internacional


El próximo miércoles 19 de agosto visitará nuestro taller el narrador y poeta cubano residenciado en Filadelfia (USA) ALEJANDRO AGUILAR, invitado internacional quien durante dos semanas de agosto estará en Colombia en actividades de la XXII Feria Internacional del Libro de Bogotá. Alejandro Aguilar impartirá una charla sobre su obra y las claves de su escritura.

Reseña Biográfica del invitado:

ALEJANDRO AGUILAR: (Camagüey, Cuba, 1958). Novelista, cuentista y poeta. Licenciado en Historia en 1980. Se especializó en Relaciones Internacionales. Residió en Budapest, Hungría, de 1986 a 1992. Cuentos y otros textos suyos aparecen publicados en varias Antologías en Cuba, Puerto Rico, España y Canadá. Una selección de sus cuentos ha sido traducida al inglés y publicada en varias revistas literarias y antologías en los Estados Unidos a partir de noviembre del 2003. Actualmente reside en Estados Unidos y es Profesor Asistente en la Universidad Temple de Filadlefia, donde sigue estudios de doctorado en Literatura Hispanoamericana.

Su poemario Tesituras fue publicado por La Espada Rota, Venezuela, en 1994. En 1997 la Editorial Letras Cubanas presentó su libro de cuentos Paisaje de arcilla. En el 2000 la Editorial Sanlope publicó el libro de cuentos Figuras tendidas. Su novela En el mismo barco, que fue Mención en el Premio UNEAC de Novela 1998, fue publicada en Puerto Rico por Plaza Mayor en octubre de 2003 bajo el título de La desobediencia. En 2008 es presentada una edición bilingüe de Paisaje de Arcilla, con prólogo de Andrew Hurley.

Ha obtenido otros premios y menciones en diferentes concursos: Premio Emilio Ballagas del Cuento erótico (1998). Premio Manuel Cofiño 1999. Mención de Honor en el Concurso Italo Calvino 1997 con la novela Casa de cambio, publicada por Cursak Books en 2005. Finalista del Premio Casa de las Américas 2001 con la novela Razones para llamar a Sandra .

Ha impartido conferencias y realizado lecturas en Universidades y otras instituciones en los Estados Unidos, México, República Dominicana y Cuba.

Una pequeña muestra de su obra...

EL PAISAJE


Enormes explanadas de polvo rojo, gravilla y charcas de agua. Todas las inclemencias del tiempo en un puñado. Luego los pisos de cemento, pulidos a saco y kerosén y los senderos bordeados por piedras una y otra vez cubiertas con cal blanca. Las letrinas, dos huellas en montículo y un horrible agujero al centro. Pequeños tabiques de cemento que apenas cubren los flancos, mientras al frente desfilan burlones y voyeurs. Las duchas, un enorme salón con una fila de surtidores a cada lado. Y en todas partes, humedad, infección, impudicia. Limpiar la barraca dormitorio que alberga a ciento veinte personas, es tarea diaria para cuatro elementos. Tender la cama hasta el extremo que permita rodar una moneda, so pena de castigo. Desterrar el polvo de cada rincón en aquel desierto. Mantener impecable el overall de toda la semana, el mismo y único para deportes, ejercicios militares, trabajo en el dormitorio, en las aulas, en el comedor. Los techos de zinc, parrillas calcinantes en aquella llanura implacable. El cielo azul, a veces amenazante o abiertamente furioso. Siempre un pizarrón al alcance donde dibujar secretamente los mejores sueños. Y las nubes de finísimo polvo mineral emborronando, encegueciendo, atizando.

La naturaleza y sus sonidos. El aire que no cesa los zumbidos en las copas de los pinos y casuarinas, enredándose en los techos y sobre todo, en las pesadas líneas de alta tensión que pellizcan la esquina más profunda de la escuela y causan un sordo temor a toda hora. Pánico en la madrugada. De vez en cuando, se descuelga el estampido de un trueno o un avión del aeropuerto militar aledaño pasa en vuelo rasante, como burlándose de la lentitud y el tedio de aquí abajo. O la campana con su cíclico alarido para ordenar el tiempo. El mundo sonoro de la escuela. Nada más.


ELEMENTO 622


Cada tarde se oculta entre las yerbas altas y lee página por página la sección de artes y letras del Pequeño Larousse Ilustrado. Su tesoro y escape. Escribe e ilustra ingenuas novelas sobre melenudos que viven de espaldas al mundo. Peace and Love. Los amigos requieren su ayuda para escribir tarjetas de amor y tallar en jabones, libros abiertos con dedicatorias por el Día de las Madres. Luego del FIN de la escuela, es un remedo de hippie tropical, que brigadas de civil trasquilan con violencia en plena calle. Por esos días estudia artes plásticas y teatro. Veinte años después, de vuelta al ajetreo diario de la creación, entre cuentos y poemas, lo asalta esta historia de recuerdos. Entonces escribe.

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